El respeto mutuo, tener bases morales sólidas, construir un amor verdadero en pareja, la unión familiar y la cercanía a Dios son algunas de las principales claves que dio el sacerdote Ángel Espinoza de los Monteros para lograr tener un “matrimonio invencible”.

 

El padre Ángel, quien es de México, se destaca como consejero y conferencista, por lo que es reconocido en varios países como Italia, Estados Unidos, el mismo México y otras naciones de Latinoamérica, en las que imparte conferencias sobre la familia, el matrimonio, el noviazgo, la adolescencia, entre otros temas.

 

Ayer el sacerdote visitó la ciudad San Pedro Sula justamente para brindar varias conferencias, en las que mantuvo cautivado a los presentes con sus mensajes directos y su estilo ingenioso y divertido.

 

El padre Ángel habló con Diario LA PRENSA para dar algunos de sus consejos a las familias, parejas de novios o esposos que atraviesan una etapa difícil y para dar sus recomendaciones a quienes piensan en casarse.

 

- ¿Cuál es el consejo para esas parejas de casados que estén considerando divorciarse o ya estén en trámites de hacerlo?

 

Que no lo hagan todavía, que se den una oportunidad para que no les quede de ninguna manera la sensación o el pensamiento “pude haber luchado más y no lo hice” o “pude haber hecho más y no lo intenté”. Segundo consejo es que recen mucho, que se pongan en oración, porque Dios puede hacer cosas imposibles, como lo dice el Evangelio “lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios”. Yo he visto gente volver a empezar una relación, incluso personas que han estado separadas varios años y han vuelto. He visto gente que se ha perdonado frente al juzgado y por eso les aconsejo que no se precipiten y que mejor traten de reconquistarse, porque no hay nada peor que dividir una familia.

- ¿Por qué se termina o creen que se acaba el amor en algunos matrimonios?

 

Hay diferentes situaciones que se pueden dar en cuanto a los sentimientos en una separación. A veces lo que sucede es que en realidad nunca existió ese amor, pues ahora hay demasiadas personas que se casan por pasiones, por sexo, por precipitarse, por embarazos, por considerar las relaciones sexuales fuera del matrimonio como el mejor camino, así que cuando no hubo amor no se puede hablar de que se perdió el amor, porque en esos casos lo único que hubo fue pasión, irresponsabilidad, muchos sentimientos, pero no amor. Cuando hay verdaderamente amor es difícil que se pierda y si se pierde es quizás porque uno de los dos le produjo al otro un grave daño ya sea por adulterio, una vida de mentiras, etcétera. Al inicio tal vez había amor, pero después de cinco, diez o veinte años puede que alguno cause esos tipos de daño al dejarse llevar por todo lo agresivo que es este mundo. En esas situaciones sí se puede decir “yo te amaba muchísimo, hasta que me diste ese golpe o me traicionaste”, pero aún así, el amor se puede recuperar cuando se está cerca de Dios.

- ¿Qué significa para la humanidad la destrucción de la familia como institución de la sociedad?

 

 

Lo peor que se le puede hacer a la sociedad es romper los matrimonios y las familias. Las cárceles no estarían si tuviéramos buenos padres de familia y por tanto, familias unidas. Antes era así.

 

 

Hay gente que por más que se le ayude insiste en llevar una vida irresponsable. Actualmente es muy fácil y hay demasiadas maneras en que se promueve que la familia se rompa y que los matrimonios no sean buenos y eso es lo peor que le puede suceder a la sociedad y ahí está el verdadero origen de la delincuencia, de las pandillas, etcétera. Cada familia destruida es el peor mal que sufre el mundo.

-¿Una persona, que sea un hijo que viene de un hogar desintegrado tiene desventajas en comparación con aquellos que vienen de hogares unidos?

 

Por supuesto que sí. Aunque ese pobre niño, adolescente o adulto no tenga la culpa de ser un hijo que proviene de un hogar en el que la familia se desintegró, debe cargar con las desventajas que conlleva venir de un hogar desintegrado. Lo mejor y lo que queremos son familias unidas y para siempre.

 

-Muchas parejas se niegan a buscar ayuda cuando tienen problemas

¿deberían considerar ser asistidos por profesionales o consejeros como una opción?

 

Hay terapeutas buenos, sacerdotes que pueden ayudar y brindar consejos desde una perspectiva imparcial. 
-A las parejas que aún son novios entonces

¿cuál es la recomendación para que se casen por los motivos correctos y en el momento indicado?

 

Los novios deben platicar mucho, pero no me refiero a cualquier cosa, sino a su futuro, planes, problemas, ideales, pensamientos y todo ese tipo de cosas que los hagan realmente conocerse. 
Además diré algo que a mucha gente no le gusta escuchar, pero hay que evitar las relaciones prematrimoniales no porque lo diga la Iglesia ni porque no le guste a nuestro Dios sino que hay que evitarlo por responsabilidad.

El sexo es maravilloso, Dios lo creó, da origen a nuevas vidas, une a los matrimonios, pero Dios lo creó para el ámbito concreto del matrimonio, no para vivirlo en la adolescencia con cualquier persona, entre amistades, novios o lo que sea.

 

Mientras no estén casados el sexo es un problema, porque se lo pasan tan bien y están tan a gusto sin haberse comprometido, pero gozando de ciertas cosas indebidas y por eso muchas veces llega el momento de comprometerse, pero antes de hacerlo se arrepienten, porque en realidad nunca se dieron tiempo para conocerse.

 

Hay que conocer a la persona en frío, porque decir que uno está conociendo a una persona cuando se está involucrado con ella en medio de pasiones no es lo correcto, no se está realmente conociendo a quien se tiene al lado. A veces si llegan a casarse, pero y se casan por lo civil y por la iglesia, pero ya estando casados se dan cuenta que en realidad no se conocieron nunca y que simplemente se lo estaban pasando bien, se estaban divirtiendo. A los noviazgos les recomiendo rezar, conocerse y respetarse para así poder luego formar un matrimonio sólido.

- Después de una decepción o mientras enfrentan graves problemas de pareja o familia algunas personas sienten que no hay salida ni soluciones para ellos

¿Qué les puede decir?

 

Mientras no te separes de Dios, todo, absolutamente todo en tu vida se puede rehacer”.

 

¿Quién es el Padre Ángel Espinoza de los Monteros?

 

El padre Ángel Espinoza de los Monteros Gómez Hargo nació en Puebla, México, el 22 de enero de 1966. Es sacerdote de la Iglesia Católica y pertenece a la Congregación de los Legionarios de Cristo desde 1984. Se graduó en carrera de Cultura Clásica en el Instituto de Estudios Humanísticos en Salamanca, España. Completó sus estudios en filosofía en el instituto universitario católico Ateneo Regina Apostolorum en Roma, Italia, adonde también obtuvo su licenciatura en Teología Moral y un Máster en Bioética. Ha trabajado como consejero matrimonial y ha dirigido cursos de formación para los jóvenes en Italia, España y México. Actualmente es consejero familiar y brinda conferencias sobre el matrimonio y los valores familiares en Italia, México, Estados Unidos y en otros países de América Latina. Sus conferencias se han popularizado tanto que incluso ahora se difunden mediante cintas de audio y discos compactos. Tras la visita del Padre Ángel a San Pedro Sula, en la ciudad se ha promocionado su libro “El Anillo es para Siempre. Amar de verdad, amar por siempre”, el cual, mediante un formato práctico y hasta divertido, contiene una serie de consejos para las parejas. Las personas interesadas en comprar discos de audio y video de las conferencias del Padre Ángel o su libro pueden adquirirlas en el centro educativo Trinity Bilingual School de San Pedro Sula, institución en la que anunciaron que en las próximas semanas recibirán el nuevo material del reconocido conferencista. Para más información llamar al 2551-1570 o al 2551-1572 o al 2551-1529.